En un enorme predio de 24 hectáreas se respira un aire de grandes esperanzas para la industria aeronáutica argentina.
Es que allí se levantan las instalaciones de FadeA, la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” S.A., una empresa nacional con su historia que nace en 1927 y que ha sido totalmente recuperada, luego de varios años de abandono y pésima administración. Hoy, altamente equipada y con profesionales de primer nivel, ofrece mantenimiento integral y modernización de aeronaves, reparación de motores, accesorios y componentes, material de logística aérea y de certificaciones, con la mira puesta en su salida al mundo privado para lograr que sea sustentable.
Esta empresa nacional tiene el orgullo de haber alcanzado importantes hitos en la industria aeronáutica y, también la automotriz. Su nacimiento se produce en 1927 como la Fábrica Militar de Aviones, la que comenzó construyendo tres aeronaves bajo licencia europea y, poco tiempo después, en 1931, puso en pista el primer avión nacional: el Ae.C.1. Luego, en 1939 y 1940, fabricaron bajo licencia el biplano FW 44J y el Curtiss Hawk 75.
Su gran expansión se produjo en 1944 al asumir su dirección el Mayor Ingeniero Juan Ignacio San Martín. Ocho años después, al crearse las Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (I.A.M.E), el personal llegó a superar las nueve mil personas dedicadas a la construcción de aviones, motores, hélices, accesorios y, también, vehículos utilitarios, automóviles, tractores y motocicletas. Entre los logros se destaca la creación del DL22, un avión de diseño nacional, equipado con el motor denominado “Gaucho”, del que se hicieron dos series de 100 ejemplares cada una. En esos años se tercerizó la fabricación de componentes, generando el surgimiento de 107 fábricas y talleres que luego se duplicaron.
En 1947 aconteció un hecho inolvidable con el despegue del primer avión a reacción diseñado en Sudamérica: el recordado Ae 27 Pulqui I; y en 1950, realizó su primer vuelo el I.Ae 33 Pulqui II, un caza capaz de alcanzar una velocidad de 1.050 km por hora y cuya tecnología fue comparable a la de los mejores de aquella época. A fines de los ‘60, construyeron el IA-58 Pucará, avión de apoyo y ataque ligero, y en 1984, realizó su vuelo inaugural el IA-63 Pampa, una nave de entrenamiento avanzado.
Durante el último gobierno militar se cerraron las Industrias Mecánicas del Estado y más tarde, en la década del ‘90, el gobierno entregó la empresa a la norteamericana Lockheed Martin, por lo que pasó a dedicarse únicamente al mantenimiento. Hasta que en 2009 el gobierno nacional adquirió las acciones de la Lockheed y creó la nueva Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín”.
En diciembre de 2015 había 1597 empleados, y hoy llegan a unos 850 altamente capacitados. En la actualidad se está reordenando la producción con las Fuerzas Armadas. Se remotorizó el Pampa II y modernizó un Hércules C-130. Además se trabaja en la vuelta al servicio y modernización de 19 helicópteros del Ejército Argentino. Un hecho destacable: hace diez años que no se fabrican y entregan aviones construidos en el país.
La fábrica está profundizando el contrato que tiene desde 2012 con la compañía brasileña Embraer, la tercera más grande a nivel mundial, en la cotización de piezas; con Flybondi, la primera aerolínea low cost de nuestro país, cerró un acuerdo para el mantenimiento general de las ruedas de sus aviones Boeing 737-800; con Israel Aerospace Industries, tiene un contrato para trabajar en la modernización, fabricación e ingeniería de aeronaves; el contrato con Etihad Engineering (empresa que tiene presencia en cincuenta países para servicios en compañías aéreas como Emirates, Air France, Qatar, entre otras) incluye el mantenimiento y reparación de los Boeing 737 y Airbus 320 de Latam.
Sin abandonar la construcción y mantenimiento de aviones, FadeA instalará una línea de montaje de aerogeneradores, a través de un acuerdo con la alemana Nordex Group y la española Axiona. Si bien se fabricarán 48 dispositivos de generación eólica, los primeros productos se entregarán próximamente. La empresa nacional producirá nacelles, es decir las cubiertas que alojan los componentes generadores de una turbina eólica y bujes para el aerogenerador AW3000. Los contratos cerrados por el grupo suman una generación de 613,5 MW e incluyen los parques eólicos de Achiras, en Córdoba (48 MW); La Castellana, en Buenos Aires (100,8 MW); Pomona I (101,4 MW) y II (7 MW), ambos en Río Negro; Chubut Norte 2, 3 y 4 (166,44 MW); Energética (99 MW), en Buenos Aires, y Vientos Neuquinos (83,16 MW), en la Patagonia.