De familia de aviadores militares, la teniente de nuestra Fuerza Aérea, Sofía María Vier, de 26 años, alcanzó lo que ninguna mujer había logrado: ser piloto de aviones cazabombarderos. Ser una “cazadora”, como se denominan en la jerga a quienes vuelan dichos aparatos. Dada la trascendencia de ese primer vuelo, el Ministro de Defensa viajó a Córdoba para presenciar el vuelo de bautismo.
El Plumerillo es una localidad perteneciente al departamento Las Heras, provincia de Mendoza, ubicada a 8 km de la capital provincial. Allí se encuentra la IV Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Argentina, cuna de la aviación de caza y sede del Escuadrón II, integrado por los cazabombarderos IA-63 Pampa II.
Finalizaba el mes de mayo de 2020. En las instalaciones de la base se encontraban el Ministro de Defensa y los jefes de Estado Mayor de las tres fuerzas armadas. La reunión no era casual. Estaban a la espera de que se produjera un acontecimiento histórico para la Fuerza Aérea y para el país mismo.
Fue entonces que la teniente del aire Sofía María Vier se ubicó en el puesto de pilotaje de un IA-63 Pampa II y comprobó que el instrumental (aviónica) le indicara que todo estaba en orden (previamente había introducido los datos de navegación y comunicaciones). Ni bien recibió la autorización para el despegue por parte de la torre de control, aceleró los motores y comenzó a recorrer la pista hasta que la máquina inició el despegue.
Se iniciaba así un acontecimiento único para el país: una mujer piloto militar había comenzado a comandar un avión cazabombardero, sin la compañía de un instructor.
Luego de realizar varias maniobras en el aire y un par de vuelos sobre la base aérea, aterrizó, dirigiendo el aparato hacia el lugar donde estaban las autoridades, algunos de sus compañeros de curso y varios instructores de vuelo. Al descender recibió los escudos correspondientes al Escuadrón II y de manos del Ministro de Defensa el tradicional pañuelo de cuello, cuya historia se remonta a los inicios de la aviación.
“Recién, cuando tuve el honor de entregarle el pañuelo a Sofía le dije todo lo que su ejemplo significaría para un sinnúmero de chicas que hoy tienen expectativas de ingresar a las Fuerzas Armadas”, afirmó Agustín Rossi, el titular de Defensa en la plataforma de aviones de la IV Brigada Aérea.
“Hace tiempo que la Argentina tiene una política de género que ha sido reconocida en toda América Latina. El primer vuelo solo (sin instructor) de una mujer en un avión caza, para mí es mucho más que un dato de color, es un hecho estructural, un hecho trascendente”.
La teniente Vier nació en Córdoba el 1 de diciembre de 1993. Su abuelo fue uno de los precursores de la Fuerza aérea Argentina, piloto de prueba e ingeniero, mientras que su padre y su tío son oficiales de la FAA retirados, ambos pilotos. A pesar de su corta edad, Vier tiene una trayectoria impecable, que incluye cursos en los Estados Unidos. A lo largo de su historia, la Fuerza Aérea Argentina ha formado aviadoras militares mujeres, pero no de combate sino dentro de la especialidad de helicópteros o aviación de transporte.
Su carrera comenzó cuando ingresó a la Escuela de Aviación Militar (EAM) en el año 2013, egresando tres años después con el primer promedio en la Licenciatura en Conducción de Recursos Aeroespaciales para la Defensa y en Volovelismo. Allí fue la primera mujer escolta de la bandera nacional. Luego, en el año 2017 inició el Curso Básico Conjunto de Aviador Militar (CBCAM), siendo seleccionada para realizar el de aviador militar en los Estados Unidos, por antigüedad, nivel de inglés y vuelo.
Previamente había rendido exámenes de inglés aeronáutico operacional en Lackland AFB, Texas. Después realizó el IFT, que es un entrenamiento inicial de vuelo, en aviones DA20, en el estado de Colorado (40 hrs).
El curso de aviador continuó en Columbus AFB, Mississippi, donde realizó un entrenamiento de fisiología de vuelo, simuladores y voló aviones Texan 6 (180 hs). Egresó entre los primeros cinco mejores promedios de su clase, por lo que recibió un reconocimiento del Embajador de los Estados Unidos en la Argentina.
Luego de un año y ocho meses regresó a nuestro país, para tiempo después ser destinada a la IV Brigada Aérea El Plumerillo, a fin de realizar el “Curso de Estandarización de Procedimientos para Aviadores de Combate” (CEPAC). En él se seleccionan entre los flamantes aviadores recién egresados de la Escuela de Aviación Militar en Córdoba, a los mejores promedios para recibir la instrucción académica y de vuelo correspondiente, la cual se realiza en las aeronaves: IA-63 Pampa II y T-6C Texan II, durante el lapso de un año aproximadamente.
En el CEPAC, tradicionalmente conocido como CB2, los aviadores cursantes reciben los conocimientos teóricos, prácticos y califican para ser seleccionados nuevamente y así llegar a integrar alguno de los escuadrones de combate operativos con los que cuenta la institución.
Los Instructores son seleccionados de los escuadrones de combate de la Fuerza Aérea y algunos de ellos poseen experiencia en comisiones de intercambio con escuadrones de instrucción de otros países como los Estados Unidos, Italia y España entre otros.
Una de las posiciones de mayor exigencia en la fuerza aérea de cualquier país es la de “cazador”. Solo unos pocos llegan a sentarse en la cabina de un avión de caza. La teniente Vier lo logró: ya integra ese selecto grupo de aviadores con la especialidad de Caza. Un orgullo nacional.