Su cronología es única e increíble, ya que su origen se remonta al reparto de tierras que hizo el conquistador Juan de Garay.
De su fundación y de sus ocupantes se ocupó el escritor Manuel Mujica Lainez en un capítulo del libro “Aquí vivieron”, luego de haber tenido el privilegio de hospedarse en ella mientras completaba sus estudios en el Colegio Nacional de San Isidro.
Ahora la quinta es un “Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal” del partido de San Isidro, en el que viven más de trescientas mil almas. Pero la existencia de la quinta semeja un detallado documental del paso de figuras de gran trascendencia desde la época virreinal cuando su propietaria era Mariquita Sánchez de Thompson. José de San Martín, Juan Martín de Pueyrredon y Manuel Belgrano fueron huéspedes de esa casa de campo ubicada sobre las barrancas orilleras con el Río de la Plata.
¿Pero quién fue su primer propietario?
Los registros afirman que fue el hacendado español Pedro de la Torre quien en 1580 tomó posesión de la casa, al recibir las llaves de las propias manos de Juan de Garay. Según la documentación histórica, treinta años después, Pedro de la Torre vendió el inmueble a un chacarero llamado Alfonso Díaz Ferreira. Y en un verdadero pasamanos, en 1706, se hizo cargo del predio el madrileño Domingo de Acassuso, quien lo destinó a la capellanía que con los años devino en el origen del partido de San Isidro.
La historia de la quinta no se detuvo. En 1784, Cecilio Sánchez de Velasco, por entonces alcalde del Cabildo de Buenos Aires, compró la propiedad que finalmente heredó su hija, la célebre Mariquita Sánchez de Thompson quien, a su vez, se la vendió en 1829 a Rosa Azcuénaga de Mendoza cuya familia ocupaba un sitio de privilegio durante el virreinato. Lo cierto es que la quinta despertaba gran interés, pero parecía haberse transformado en un jugoso negocio inmobiliario entre la alta sociedad, pues en 1867 pasó a manos de Pascuaza Beláustegui de Arana, esposa del doctor Felipe Arana, quien era en ese momento el Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Don Juan Manuel de Rosas.
A esta altura de los acontecimientos, ya no quedaban dudas de que la quinta se había politizado y que el poder de entonces competía por la posesión del predio.
Pero el destino final de “Los Ombúes” estaba cerca. En 1872 quedó en poder del abuelo de Roque Saenz Peña -el doctor Eduardo Laite- que, tentado por una excelente oferta terminó vendiéndola al doctor Horacio María del Corazón de Jesús Beccar Varela, un nacionalista católico abogado que fue funcionario durante el gobierno dictatorial de Félix de Uriburu en 1930. Casado con María Cristina Castro Videla tuvieron doce hijos, y al morir el 2 de junio de 1949 aclaró en su testamento que “cuando falleciera el último de mis hijos, se transfiera la propiedad a la Municipalidad de San Isidro.”
La memoria de "Los Ombúes"
La Quinta, de una hectárea, sufrió a lo largo de la historia algunas modificaciones edilicias interiores, pero su arquitectura exterior fue siempre de estilo colonial árabe. Los pocos cambios que sufrió fueron realizados durante los siglos XVIII y XX. En las visitas guiadas, en uno de sus laterales puede verse algo que la familia solía exhibir como una reliquia: la puerta de la casa de la calle Misiones, en Montevideo, delante de la cual fue asesinado Florencio Varela, abuelo de Beccar.
En cuanto a la vida de Mariquita Sánchez de Thompson en Los Ombúes, se debió a que la casa perteneció a su padre en 1812 de la cual fue su heredera. Allí pasó los veranos de su infancia hasta que por razones financieras debió venderla en 1829. De ella, también en el Museo de la Quinta, se encuentran objetos de su pertenencia.
En distinta salas pueden verse objetos mobiliarios, el dormitorio de Mariquita y su piano, una sala con testimonios arqueológicos de la época con registros de la vida cotidiana y los usos domésticos predominantes en el siglo XIX.
El 10 de septiembre de 2005, cumpliendo con el deseo de la familia Beccar Varela, se hizo efectiva la donación de “Los Ombúes” a la municipalidad de San Isidro, pudiendo albergar el Museo Beccar Varela. El 16 de mayo de 2006, durante la intendencia del doctor Gustavo Posse, a 300 años de la fundación de la Capellanía en homenaje al Santo Labrador, quedó inaugurado el Museo, y el 2 de octubre de 2007, fue declarado Monumento Histórico Nacional.
El mismo se encuentra en la calle Adrián Beccar Varela 774, en San Isidro. Horario para visitas: martes y jueves de 10 a 18 hs; sábados y domingos de 15 a 19, con una visita guiada los domingos a las 16.30 hs. Estos horarios conviene chequearlos a través de la página web del museo, porque según el mes en que se quiera visitar, puede haber variaciones en cuanto a días y horarios.