En aquel entonces, me encontraba haciendo una recorrida por las misiones jesuíticas establecidas en la provincia, y los distintos caminos me permitieron conocer sorprendentes e inimaginables saltos y cascadas. Sin embargo, es imposible mencionarlos a todos. Uno de los más importantes de aquel descubrimiento y con fácil acceso para los turistas fue, por ejemplo, el salto Capioví, llamado así porque se halla en la ciudad homónima, a pocos metros de la ruta nacional 12. Su caída de doce metros de altura termina en una pileta natural de agua muy cristalina. En el lugar se encuentra la Rueda del Recuerdo, que homenajea a los pioneros alemanes que la utilizaban como generadora de fuerza motriz y que aún funciona. El balneario cuenta con buen servicio para los acampantes o para quienes están de paso.
Digno de mención es también el salto Elena. Flanqueada por el marco selvático típico de Misiones, se encuentra una imponente gruta con una caída de agua de unos diez metros de altura. Este salto se halla en la ciudad de Eldorado y se llega a él por la ruta nacional 12, a pocos metros del club de pesca. Su pileta natural es una de las más concurridas de la zona.
Siempre viajando por la ruta 12, en la localidad de Ruiz de Montoya, se encuentra el salto Cuñá Pirú. Desde la ciudad de Capioví, se llega a Ruiz de Montoya. Este salto es uno de los más bellos y completos para el deleite de los turistas. Su torrente de agua tiene una altura de diez metros y está rodeado por un amplio parque con bosque, ideal para acampar, ya que posee parrillas, sanitarios y una despensa para aprovisionarse sin moverse del lugar. Y eso no es todo: el complejo cuenta también con canchas de vóley y de fútbol.
Hay mucho para conocer y recorrer, según las alternativas del viaje que se realice. Por ejemplo, uno de los saltos de agua más concurridos es el Berrondo, cerca de la ruta nacional 103, que une Santa Ana con Oberá. El salto, de una sola caída, mide algo más de doce metros. El sitio cuenta con una zona de camping que incluye servicios y posee un rico ecosistema.
Otro sitio recomendable para visitar es el salto Krysiuk, que tiene una originalidad: su nombre responde al apellido de una familia del lugar. Para llegar hasta él, hay que tomar la ruta nacional 14 hasta la entrada a la ciudad de Oberá. Desde ese punto, y por caminos vecinos bien conservados y señalizados, se atraviesa un espléndido paisaje de chacras con cultivos de yerba, té y otro tipo de forestaciones hasta dar con la casa de la familia Krysiuk. El salto tiene una altura de siete metros y para llegar a la cascada se baja por un sendero que conduce hasta un mirador panorámico desde donde se divisan los distintos saltos. Más abajo se encuentran diversas piscinas naturales que invitan a las zambullidas.