Hablar del Gran Parque Iberá es hacer referencia a la unión del Parque Nacional Iberá y el Parque Provincial Iberá: en el centro de esta gran llanura subtropical se encuentra el humedal o estero, alrededor del cual conviven variados ambientes como la selva paranaense, el monte chaqueño, los pastizales abiertos y el espinal.
Lo cierto es que de las 1.300.000 hectáreas que lo componen, casi 600 mil constituyen el Parque Provincial Iberá -delimitado por decreto en 2009 y ampliado en 2016 y en 2021- y 158 mil pertenecen al Parque Nacional Iberá, creado por Ley en 2018 sobre tierras donadas por Tompkins Conservation y Rewilding Argentina.
Allí se alberga la mayor población mundial del amenazado yetapá de collar y la segunda mayor de ciervo de los pantanos, además de ser un refugio fundamental para especies como el aguará guazú, el venado de las pampas, el yacaré, el lobito de río y aves de pastizal casi extintas por la actividad agrícola. Las especies en extinción de la provincia de Corrientes son consideradas “Monumento Natural Provincial” a través del decreto 1555/92 (la medida más importante con la que se protege una especie nativa).
“Por su tamaño y calidad de hábitat, esta área de conservación representa una oportunidad única para la reintroducción de especies localmente extintas como el oso hormiguero gigante, el tapir, el pecarí de collar, el venado de las pampas, el ocelote, la nutria gigante y el yaguareté. Allí, guardaparques nacionales y provinciales trabajan en conjunto para preservar la calidad y abundancia de animales autóctonos, que además garantizan una experiencia turística de alto nivel”, resumen desde la fundación Rewilding Argentina.
En números, con una gran variedad de microambientes, este humedal posee aproximadamente 1400 especies de plantas, que van desde árboles de gran tamaño hasta pequeñas plantas flotantes. Concentra alrededor de 350 especies de aves -el 45% de las que habitan en Argentina residen en el Iberá-, 85 de mamíferos, 60 de reptiles y 125 de peces.
Uno de los parques más grandes de Argentina y el segundo humedal más grande del mundo para aprovechar en todo su esplendor.
Hotel de experiencias
Así se define el Rincón del Socorro, construido a partir de un casco de estancia de 1896, restaurado y ampliado personalmente por el filántropo conservacionista Douglas Tompkins. En 2001, la adquirió para crear una reserva natural de 30.000 hectáreas que sería manejada por su fundación, The Conservation Land Trust (CLT), con un objetivo ambicioso: crear el mayor parque natural de Argentina, traer de vuelta a las especies de fauna que se habían extinguido y promover una economía basada en el turismo.
"Los edificios conservan el estilo clásico europeo de grandes galerías que refrescan las casas en los días de calor. En los días fríos se puede disfrutar de la calidez del hogar a leña en el salón principal y en los calurosos de una pileta de natación musicalizada por las cotorras vecinas", grafican. Actualmente hay 11 habitaciones con servicio de pensión completa y actividades incluidas, con un restaurant abierto al público -almuerzo, té y cena- que combina recetas típicas correntinas con platos argentinos e internacionales, que se nutren de verduras orgánicas de la propia huerta.
Se trata de una excelente ventana a los extensos humedales que constituyen el corazón de los esteros del Iberá, en donde conviven varios ecosistemas naturales: vastos pastizales temporalmente inundados conocidos como malezales, palmares de caranday, pastizales de paja colorada, sabanas, montes de espinal y bosques en galería.
En cuanto a mamíferos, Socorro es la reserva donde más avanzado se encuentra el programa de reintroducción de fauna, contando con una población establecida de osos hormigueros y los primeros venados de las pampas y pecaríes de collar -es el único lugar de la Argentina que alberga a estos tres mamíferos-. Además, abundan los carpinchos, ciervos de los pantanos, corzuelas, monos carayás, zorros, vizcachas y ñandúes, mientras que también es posible avistar al aguara guazú, el lobito de río y el aguará popé.
Más info
- Ubicación: Rincón del Socorro
- Mail: ibera@rincondelsocorro.com.ar
- Teléfono: +54 011 5272 0343.
- Whatsapp: +54 3794 602218.
- Instagram: https://www.instagram.com/rincondelsocorro/
Posada de la Laguna
“Los invitamos a disfrutar de una ubicación privilegiada en un jardín de dos hectáreas con una espectacular vista a palmares y laguna con muelle propio sobre la laguna Ibera”, dicen desde el establecimiento atendido por su dueña, Elsa Güiraldes.
Son nueve habitaciones en la casa principal y un restaurant cuyo menú “rinde homenaje a lo regional y a lo casero. Los platos, como los pájaros, varían según las estaciones invitándonos en cada viaje a descubrir algo nuevo".
En cuanto a las actividades, el lugar ofrece guías que acompañan cada una de las salidas. “Mágicos paseos en lancha por la laguna Iberá de día o a la luz de las estrellas, caminatas inolvidables, paseos en canoa acompañado por el canto de los pájaros, y diferentes cabalgatas atravesando esteros y palmares”, detallan.
Más info
- Ubicación: Guasuvira s/n., Colonia Carlos Pellegrini.
- Mail: reservas@esterosdelibera.com.
- WhatsApp: +54 9 1176535897.
- Celular: 03773 15408166.
- Teléfono: 03773 499453 - +54 9 1176535897.
- Instagram: https://www.instagram.com/posadadelalagunalodge/.
Turismo de naturaleza
“Queremos conectar al mundo con lo que amamos y protegemos”, se proponen desde Rewilding Experience, parte de The Conservation Land Trust, una empresa social que destina sus ingresos a los trabajos de restauración ecológica que lleva adelante Fundación Rewilding Argentina.
Con excursiones planeadas con relación al clima y a la época del año, en un área protegida con más de 4000 especies silvestres, las actividades son de lo más variadas. Iberá es un paraíso para los amantes del avistaje, con la particularidad excepcional de poder dar con fauna en cualquier momento del día. Incluso hay safaris nocturnos para ver aquellos animales con un comportamiento más activo por la noche, como zorros, aguará pope, zorrinos, tatús y aves como el ataja caminos y lechuzas.
A través de paseos en lancha por los arroyos de la Laguna Iberá se puede conocer los diferentes ambientes que la componen, con un sinfín de animales como carpinchos, yacarés, ciervos de los pantanos y aves acuáticas. ¿Opción sin motor? Por supuesto. ¡Contemplar sin ruidos con salidas en kayak!
Una red de senderos del Gran Parque Iberá permitirá, con la ayuda de los guías que acompañen, identificar y reconocer la flora y fauna autóctona. En esa misma línea, salidas en bici y cabalgatas, mientras que un paseo cultural se representa en la comunidad de Carlos Pellegrini: sus calles de arena, su gente y sus historias, y su gastronomía local son el complemento de una estadía inmersa en la naturaleza.
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