Viajes y Gastronomía
El jardín botánico: La escuela natural
Por Lucas Argüelles
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Obra del inigualable Carlos Thays, este espacio ubicado en el corazón del barrio de Palermo no solo es un lindo paseo y una oportunidad para conocer más de nuestra flora, sino que además cumple funciones importantes de preservación y educación.

El Jardín Botánico de Buenos Aires fue inaugurado el 7 de septiembre de 1898, tras una iniciativa del renombrado paisajista Carlos Thays, autor de la mayoría de los escenarios verdes de las grandes ciudades de nuestro país. De hecho, en 1937 se bautizó al espacio Carlos Thays, en honor a su creador, y desde 1996 es Monumento Histórico Nacional, por su carácter cultural y natural.


Sus 79.772 m² se disponen en un perímetro de ocho manzanas, delimitado por la Avenida Santa Fe, la calle República Árabe de Siria, la Avenida Las Heras y la Plaza Italia. En su interior alberga unas 1580 especies vegetales, además de una biblioteca de botánica, tres jardines de estilo, un herbario, cinco invernaderos (el mayor de ellos, de estilo Art Nouveau, fue premiado en la Exposición Universal de París de 1900), una gran colección de esculturas y una casona de estilo inglés, en la que se realizan muestras de arte temporarias y talleres. Por otra parte, allí también funciona la Escuela de Jardinería del Gobierno de la Ciudad. Además cuenta con numerosas esculturas como "La Primavera" u "Ondina de Plata", "Loba Romana", "Mercurio", "Venus", "Saturnalia" -estatuas de mármol que simbolizan los movimientos de la VI sinfonía de Beethoven ("La Pastoral")- y "El Despertar de la Naturaleza".


Sus equipos de trabajo desarrollan tareas de capacitación docente, de investigación aplicada en flora, de gestión ambiental y, específicamente, de conservación de la biodiversidad. A esos fines, conserva una importante colección viva de ejemplares arbóreos, algunos que son únicos en la ciudad y, en ciertos casos, únicos en el país. Cinco hectáreas están destinadas a la flora argentina, y unas dos con especies de los bosques templados de los cinco continentes. Entre las especies nativas se destacan por su antigüedad ejemplares de tipa, cedro salteño, ibirá-puitá, chichita, quebracho colorado, carnaval y aguaribay.


La organización del Jardín cuenta con varias áreas, con funciones específicas. La dirección se ocupa de proyectar y programar todas las actividades, operativas y científicas y de procurar los medios para que los proyectos puedan llevarse adelante. La Curaduría lleva adelante la supervisión de todas las colecciones. Es el área encargada de sostener la riqueza biológica y tomar los recaudos necesarios para su conservación e incremento. El área de Registro y Base de datos se ocupa de guardar fielmente todos los datos correspondientes a las plantas que forman las colecciones vivas, los ejemplares de herbario y las estadísticas generales de afluencia de visitantes, actividades educativas y actividades recreativas. El área Operativa se ocupa del mantenimiento general del predio, que incluye los trabajos de jardinería y servicios en general. El área de Propagación tiene a su cargo la multiplicación de las especies vegetales, con un equipo conformado por profesionales y estudiantes avanzados de agronomía y biología. Las áreas especiales de Huerta, Jardín para Mariposas y Banco de semillas son atendidas por profesionales en agronomía y en floricultura. Por último, el área de Educación tiene a su cargo la preparación de los contenidos y la realización de todas las actividades con niños de todas las edades escolares, para alumnos de escuela media, terciarios y universitarios, además de público en general. La Biblioteca Infantil de la Naturaleza, inaugurada en 2012, contiene materiales para niños y no tan niños que quieran investigar en las ciencias naturales a través de cuentos y dibujos.


El edificio principal del Jardín Botánico, “La casona”, fue construida en 1881 por el Sr. Pedro Serechetti siguiendo el proyecto simétrico y simple del polaco Jordan Wysocki. Del estilo de un castillo inglés, la fachada rojiza, envolvente y continua, es un fiel exponente de la arquitectura de ladrillos de alta calidad. Contaba con seis amplias salas en la parte baja y cuatro habitaciones en la planta alta. En los ángulos de la residencia, se instalaron habitaciones para vivienda del Director y de los guardianes permanentes, y allí vivió Thays con su familia durante algunos años. El invernáculo fue adquirido en 1897 y está realizado en estructura de hierro con ornamentos y cúpula de vidrios superpuestos. Por sus condiciones especiales de temperatura y humedad alberga colecciones de especies subtropicales del mundo, con especial énfasis en la familia de las bromeliaceae, endémicas de América; el grupo de los helechos (con sus diversas familias) y algunas especies monocotiledóneas. Cuenta con un sector central paisajístico, bajo la cúpula, y dos alas rectangulares separadas en sectores.


En cuanto a los espacios exteriores, el Jardín Romano está inspirado en los jardines romanos de comienzos de la Era Cristiana. Sus características son la simetría del diseño, la utilización del mármol y estatuas, las plantas típicas de los jardines mediterráneos (boj, ciprés, laurel, rosales, acantos), así como el arte de la topiaria (poda artificial y decorativa), propia de aquella época. Por su parte, el Jardín Francés intenta representar un espacio del jardín de Versailles (París), cuyo autor fue Le Notre. Se destacan la fuente central, el trazado simétrico con motivos florales, cerradas por parterres de boj característicos.

Pasear por los senderos del Jardín Botánico es siempre una una buena oportunidad para disfrutar en familia de un espacio al aire libre y conocer más sobre la flora autóctona.

Horarios

Martes a domingos y feriados de 09:00 a 18:00 hs.
Lunes - cerrado
Martes a domingos y feriados de 09:00 a 18:00 hs.
Lunes - cerrado
En los días de inclemencias climáticas (vientos intensos, lluvias, lloviznas persistentes) el jardín permanecerá cerrado por razones de seguridad.

Publicado 12/06/2024
Por Lucas Argüelles
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