Deportes
Pechito López: El mundo a sus pies
Por Lucas Argüelles
Compartir en
1 comentarios
Avatar imageAvatar image
+87 personas están leyendo esta nota
Avatar imageAvatar image
+87 personas están leyendo esta nota
Como lo hiciera el gran José Froilán González en 1954, José María López obtuvo el primer puesto en la mítica carrera francesa a bordo de su Toyota para poner al automovilismo argentino nuevamente en lo más alto.
snat vertical
snat vertical
Tené siempre a mano contenido exclusivo y de alto valor para conectar con nuestra Argentina querida.

Cuando nos referimos a las 24 Horas de Le Mans hablamos, nada menos, de la prueba por excelencia del automovilismo deportivo.


No es necesariamente una carrera de velocidad, sino que es una suerte de maratón en la que entra mucho más que la velocidad en juego. Con casi un centenar de ediciones en su haber, prácticamente ha acompañado la evolución del auto y el deporte motor. Pero sobre todo ha generado un misticismo a su alrededor, que atrae a pilotos de toda clase y que conmueve a fanáticos alrededor del mundo. Gracias a su mágica atmósfera, generada por la comunión especial entre los aficionados y sus ídolos, la han convertido en una carrera única. Y es que ninguna otra prueba desprenda el dulce aroma a nafta que se respira en Le Mans.


Su nombre ya da algunas pistas. Primero, el lugar. Se corre en el autódromo de la Sarthe, cerca del pueblo francés de Le Mans. Es un trazado semipermanente, lleno de peligros, al cual, a pesar de haber sufrido varias modificaciones a lo largo del tiempo –siempre en pos de hacerlo más seguro-, sus 13.626 metros lo mantienen como uno de los circuitos más largos del mundo. Entre sus sectores se destaca la famosa recta Mullsanne, de 1.940 metros de longitud, en la que se han superado los los 400 km/h.


Por otro lado, las 24 horas delata que se trata de una competencia de resistencia, en la cual tanto autos como pilotos son llevados al extremo de sus posibilidades. Épica, gloria y algunas desgracias han delineado la historia de esta competencia, que junto al Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 y las 500 Millas de Indianápolis, conforman la Triple Corona del Automovilismo.


La Argentina ha escrito páginas en la historia grande Le Mans. En el año 1954, José Froilán González, junto al francés Maurice Trintignant, llevaron a la victoria a su Ferrari 375 Plus, después de pilotar casi la mitad de la carrera bajo una incesante lluvia. Pepe ya le había dado la primera alegría en la Fórmula 1 a la escuadra de Maranello, y ahora le entregaba su segundo triunfo en Le Mans. Juan Manuel Fangio, en cambio, nunca pudo consagrarse en este circuito; aunque sí resultó ser un espectador demasiado cercano de lo que fue una de las grandes tragedias de la historia del automovilismo: el Desastre de Le Mans.


En la edición de 1955, en plena recta de boxes, el Mercedes Benz 300 SLR de Pierre Levegh colisionó con el Austin Healey de Lance Macklin y salió despedido hacia la tribuna, provocando la muerte de más de 80 espectadores. Fangio, en el otro Mercedes, venía a pocos metros detrás, y apenas pudo esquivar en forma intuitiva los autos en pista. Este lamentable incidente provocó el retiro de la compañía alemana del automovilismo deportivo por más de 30 años.

José María López es uno de los grandes pilotos argentinos de los últimos años. Y a esta altura también uno de los mejores del mundo. Nacido en la cordobesa Río Tercero en 1983, desde muy chico perfiló su carrera automovilística sobre coches de Fórmula. Con apenas 16 años se instaló en Europa, más precisamente en Faenza, Italia, para continuar dando los pasos obligados hacia el objetivo final: la Fórmula 1. Si bien estuvo cerca de ser parte de la Máxima de la mano del equipo Renault, el sueño no se concretó, y retornó a la Argentina en el año 2007. Aquí se coronó dos veces campeón en la categoría TC 2000, una en el Top Race V6 y una en el Súper TC 2000. Pero en la cabeza de Pechito siempre estuvo volver a Europa.

En 2014 fue contratado por el equipo oficial Citroën para manejar uno de sus autos en el prestigioso Campeonato Mundial de Turismo, el WTCC. Uno de sus compañeros era nada menos que el francés Sebastien Loeb, siete veces campeón de rally con la marca. Para sorpresa de muchos –en especial franceses- el cordobés terminaría siendo tricampeón mundial, entre 2014 y 2016, lo que lo convirtió en uno de los máximos referentes en competiciones con autos de turismo. Era momento de dar otro salto.

En 2017 se unió al equipo Toyota para disputar el WEC, el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA, la máxima categoría para autos cerrados. Allí tendría la oportunidad de pilotar los nuevos hypercars de la categoría más alta del campeonato; autos que se asemejan a un Fórmula 1 con techo, no tanto por las similitudes en el diseño, sino por tratarse de un aparato tope de gama, de otro planeta. Compartiría el volante con el japonés Kamui Kobayashi –con pasado en la Fórmula 1- y el inglés Mike Conway. Los resultados llegarían rápido, con un subcampeonato, producto de victorias en las 6 horas de Fuji y las de Shanghai y otras buenas actuaciones.

En la temporada siguiente el equipo ganó cuatro de las ocho carreras y ahora sí: Pechito era nuevamente campeón en otra categoría. Pero faltaba la frutilla del postre.

Al igual que años atrás en el WTCC, la performance del argentino solo mejoraba. Y así llegó a la temporada 2021, con el equipo Toyota como el más afianzado en la categoría. Luego de dos podios en las dos competencias iniciales, llegó la primera victoria del año, en las 6 horas de Monza. Pero la cabeza, el corazón y todo el esfuerzo estaban puestos en el mes de agosto en Le Mans, competencia que más allá de su obvia importancia, había sido esquiva para Pecho hasta ese entonces. El doloroso de 2019 aún estaba fresco, cuando la victoria se le escapó en la última hora de la carrera debido a un pinchazo, dejándole el plato servido al otro Toyota, el del español Fernando Alonso, bicampeón de la Fórmula 1.


Pero esta vez los planetas parecían estar alineados para el Toyota número 7. Ese Dios aparte que reina en Le Mans parecía haber elegido esta vuelta a Pechito. Si bien fue quien manejó menos cantidad de horas, sus turnos fueron durante la fase más complicada de la carrera: la noche, la madrugada y el amanecer. Fue allí que se logró hacer la diferencia con los demás autos. Desde ya, no faltaron los inconvenientes mecánicos. En esta oportunidad fueron las bombas de nafta las que complicaron buena parte de la carrera, pero con ajustes técnicos y la pericia de los pilotos se evitó que el problema pasara a mayores. Fue así que en el final el japonés Kobayashi recibió la bandera a cuadros, y la escuadra nipona obtuvo un glorioso 1-2 para que la fiesta sea completa.

Pero no solo la bandera a cuadros estaba flameando en la Sarthe, también lo estaba haciendo la bandera celeste y blanca. La misma que 67 años antes lo había hecho de la mano del gran José Froilán González. Como en sus mejores épocas, Argentina volvía a estar en lo más alto del automovilismo y de la mano de Pechito López volvía a tener un campeón en Le Mans, la carrera de autos más emblemática del mundo.

Publicado 16/01/2023
Por Lucas Argüelles
Volver arriba
Más leídos
Atardeceres Argentinos...
Viajes y Gastronomía
Llegó Diciembre: sinónimo de reuniones y brindis. El calor y los días largos inv...
Talampaya: Tala del rí...
Viajes y Gastronomía
De espaldas al Valle de la Luna, este millonario cofre de la arqueología y la pa...
Aldo Rubino: El Arte d...
Arte y cultura
Una cosa es ser un coleccionista y otra muy diferente es armar un museo de cero ...
Registrate en Argentime
Elgydium vertical
Elgydium vertical

¿Algún comentario? Dejá tu opinión en esta nota y más.

https://admin.argentime.com.ardefault user avatar
Andres Dario Wonaga
2023-10-25T03:50:26.187Z

Cinco veces campeón mundial como Fangio, ganador de las 24h de Le Mans como Froilán: enorme.

Avene-horizontal
Avene-horizontal


Estas son las notas preferidas de nuestros lectores

Disfrutá de estos y otros contenidos de Argentime
Los bosques petrificados en la Patagonia
Viajes y Gastronomía
Argentina es el país que cuenta con más yacimientos de bosques petrificados del mundo. Entre ellos, se encuentran el José de Ormachea, en la localid...
Comida étnica en Buenos Aires: Una oferta multicultural
Viajes y Gastronomía
La variedad gastronómica responde a diversas culturas del mundo. Este recorrido por algunos restaurantes porteños comprenderá desde la cocina japone...
Alejandro Bustillo: El arquitecto nacional
Historias
El hotel Llao Llao, la Rambla de Mar del Plata, el Banco Nación, el Palacio Duhau, el Monumento a la Bandera, y la lista parece continuar infinitame...
Horacio Pagani: Orgullo argentino
Entrevistas
La historia del diseñador Horacio Pagani es una de esas que hacen sentirnos orgullosos simplemente por haber nacido en el mismo país. Desde Casilda,...
Alimentos liofilizados: El futuro de la alimentación
Ciencia e Industria
La liofilización de alimentos o freeze drying está creciendo cada vez más en todas partes del mundo. En la Argentina ya hay empresas que están desar...