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IEB + Argentina Open: Un torneo encantador
Por Nicolás Armellin
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Verano, tenis, Buenos Aires. Esa es la irresistible fórmula del éxito de este certamen de categoría internacional que la semana pasada tuvo su edición n° 24 y atrae a los mejores jugadores del planeta, como Carlitos Alcaraz, número dos del ranking mundial. Una cita con pasado, presente y futuro.
Facundo Díaz Acosta, el Wild Card que terminó como campeón de la edición 2024
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Si de algo no quedan dudas, es que el Argentina Open va mucho más allá del tenis que propone durante una semana al año, en las canchas del histórico Buenos Aires Lawn Tennis Club. Se trata de un clásico, con peso propio, que alcanzó las 24 ediciones de manera consecutiva, ratificando el prestigio que luce en Sudamérica y pisando fuerte en un circuito que cuenta con casi 70 torneos en más de 30 países.


El listado de jugadores que han pasado por La Catedral del Tenis lleva nombres ilustres de bandera nacional: David Nalbandian (dueño del Masters 2005), Gastón Gaudio (campeón de Roland Garros 2004), Guillermo Coria (ex n° 3), Juan Mónaco y Diego Schwartzman (ambos top ten). Y, claro, el más reciente, el campeón modelo 2024: Facundo Díaz Acosta, quien entró al torneo gracias a una invitación y terminó consiguiendo su primer torneo ATP tras vencer en la final al chileno Nicolás Jarry; y sin perder sets en todo el certamen. Una actuación inolvidable para el jugador de 23 años, nada menos que en su tierra.


Uno de los invitados de lujo y habitué el gran Stan Wawrinka. Fotos: Prensa Argentina Open
Uno de los invitados de lujo y habitué el gran Stan Wawrinka. Fotos: Prensa Argentina Open
"Las vibraciones y la energía que se vive en Buenos Aires son muy especiales. El torneo me encanta, muchos españoles ganaron acá, la gente es maravillosa. No me extrañaría para nada que se convierta en un ATP 500". Carlos Alcaraz, número 2 del ranking mundial


En el plano internacional, la nómina de quienes han alzado el trofeo realmente impresiona. Tenistas de la talla de los ex n° 1 del mundo Rafael Nadal -14 veces campeón de Roland Garros-, Carlos Moyá, Juan Carlos Ferrero y el brasileño Gustavo Kuerten, además del suizo Stanislas Wawrinka -ex n° 3 y ganador de los abiertos de Australia, Francia y Estados Unidos-, el austríaco Dominic Thiem -ex n° 3 y campeón del US Open 2020-, el español David Ferrer -ex n° 3 y tricampeón del certamen en cuestión-, y su compatriota Carlos Alcaraz, vencedor en 2023 y semifinalista en 2024.


"Quise regresar este año porque las vibraciones y la energía que se vive en Buenos Aires son muy especiales. La gira sudamericana es maravillosa, jugar acá y luego en Río es algo que a los tenistas que no vienen les diría que probaran hacerlo. El torneo me encanta, muchos españoles ganaron acá, la gente es maravillosa. Fue increíble lo que viví", remarcó -en la previa- el actual n° 2 del planeta, detrás de Novak Djokovic.


La Catedral. El estadio del BALTC colmado para la final entre Díaz Acosta y Nicolás Jarry. Fotos: Prensa Argentina Open
La Catedral. El estadio del BALTC colmado para la final entre Díaz Acosta y Nicolás Jarry. Fotos: Prensa Argentina Open

“Se mejoró muchísimo: las canchas están muy bien, la organización está pendiente de cada detalle y eso es maravilloso para nosotros. Además, el público se involucra mucho en el tenis. No me extrañaría para nada que se convierta en un ATP 500", opinó el murciano, acerca de un evento que suele convocar alrededor de 65 mil espectadores.


Siguiendo esta línea, el director del torneo, Martín Jaite, aseguró que quieren seguir creciendo: “Este año nos hemos encontrado con una decisión de la ATP de priorizar su tema económico y perdimos la puja por el 500 a manos de Doha. Cuando el tema es solo económico, para algunos países no es sencillo. Creemos que en algún momento se va a volver a licitar otra fecha, y ahí veremos. Pero ahora estamos concentrados en este torneo, no nos quita el sueño ser un 500".


En ese sentido, la empresa que dueña de la plaza -Tennium-, está apuntando a lograr el ascenso: la compañía lleva invertidos unos 1,25 millones de dólares en lo que respecta al mejoramiento de la infraestructura del Buenos Aires Lawn Tennis Club. Según se dio a conocer, se firmó un vínculo por diez años para impulsar obras que incluyeron un nuevo ingreso en el estadio y el espacio de jugadores, vestuarios, el anillo perimetral del court central, un nuevo salón VIP, baños públicos y uno de los dos sectores de cabinas para periodistas.


Cameron Norrie, otra de las figuras internacionales, con los chicos, infaltables en este torneo. Fotos: Prensa Argentina Open
Cameron Norrie, otra de las figuras internacionales, con los chicos, infaltables en este torneo. Fotos: Prensa Argentina Open

Es lo que queremos y es una charla que está permanentemente. Vemos que ATP ha venido este año y ha notado los tremendos cambios y la inversión que se hizo. El torneo, cada año, cuesta unos 3 millones de dólares”, contó Martín Hughes, socio y director ejecutivo de la empresa.


“Si apostas por algo y luego no sale, es una pena. Pero a veces se gana y a veces se pierde. Seguimos teniendo un gran torneo y trayendo a los jugadores que luego estarán en Río –un ATP 500-. Seguimos pensando en el 500. En el futuro ya se verá; quién sabe cuándo habrá otra posibilidad. Tuvimos votos a favor, pero había otros sitios con más dinero y mercados más grandes, y eso pesó para la ATP. Nos duele en el corazón, pero al final seguimos en la lucha. Hubo dos miembros de la ATP esta semana aquí y se han sorprendido para bien. Tal vez mañana se abra un ‘upgrade’ y ahí estaremos otra vez. Tenemos credibilidad”, sentenció el belga Kristoff Puelinckx, fundador de Tennium, en una charla con La Nación.


¿Se dará en el marco de la celebración por el cuarto de siglo de vida? Sin dudas una gran excusa, para un evento que va mucho más allá del tenis.

El torneo, en detalles

  • Participantes en individuales: 28
  • Participantes en dobles: 16
  • Superficie: arcilla
  • Premio: $642.615 dólares
  • Compromiso financiero total: $728.185 dólares.
  • Redes sociales: XFBIG.


Otro capítulo del bendito (y milagroso) tenis argentino

Por Sebastián Torok, Periodista especializado en tenis del Diario La Nación.


El tenis de la Argentina es como un árbol de raíces firmes que le hace frente a los vientos, sequías y heladas, y que, en forma cíclica, favoreciéndose de las primaveras, se las ingenia para florecer una y otra vez, casi milagrosamente. Los obstáculos económicos, la distancia geográfica con los centros más desarrollados y las limitaciones de infraestructura local, entre otros aspectos, son desafíos, muchas veces, agobiantes. Pero el tenis nacional se reinventa con recursos que no pasan de moda: rica materia prima, una escuela clásica de entrenadores, creatividad, sacrificio, deseo de progresar y contagio. Expertos en el tour filosofan y coinciden en que un logro internacional de un argentino equivale a un esfuerzo tres veces mayor (o más también) al que hace un europeo o un estadounidense. No parecen errados en la sentencia.

En agosto de 2020, durante el encierro por la pandemia que nos cambió la vida a todos, la imagen de Facundo Díaz Acosta practicando contra un colchón en la puerta de su casa de La Lucila (Vicente López), ya que no tenía permiso para salir a entrenarse, generó un cimbronazo tragicómico. Sin pasaporte europeo y dificultades logísticas, no pudo viajar al Viejo Continente ni consiguió moverse al interior del país. Con 19 años, logros en el raquetero y siendo uno de los proyectos más valiosos del país, interrumpió su evolución. “Fue dramático. Dejé de sentirme tenista”, confesó. Empezó, prácticamente, de cero. Poco a poco recobró la energía. Fue invitado al main draw del ATP 250 de Buenos Aires, el torneo más emblemático de la región: su ranking no le permitía entrar directo. Por todo ello, verlo levantar el título (¡y sin ceder sets!) fue mágico. O, mejor dicho, otro capítulo del bendito -y tantas veces milagroso- tenis argentino.


Publicado 20/02/2024
Por Nicolás Armellin
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Gerardo Muro
2024-02-20T19:05:48.130Z

Muy buena nota sobre el tenis, un lindo deporte.

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