Desde hace ya tiempo mucha gente ha decidido darle una mayor importancia a su salud, a su forma física y, principalmente, a los alimentos que consume, todo ello en busca de llevar una vida más saludable. Dentro de ese universo de posibilidades surge la figura de las semillas gracias a todas sus propiedades; y, más específicamente, la de las semillas de chía.
El descubrimiento de las semillas de chía se remonta a varios siglos atrás, y proviene de una planta nativa de México y Guatemala llamada salvia hispánica. Los primeros consumidores fueron los pueblos originarios de esos lugares, que fueron incorporando las semillas en su dieta, aprovechando todos los nutrientes y beneficiándose de sus propiedades. En los últimos años del siglo 20 hubo como un redescubrimiento del valor y propiedades de la chía, lo que aumentó en forma exponencial su consumo.
Hoy la chía está de moda. Y con razón. Es que dos cucharadas de semillas de chía proveen 140 calorías, 4 gramos de proteína, 11 gramos de fibra, 7 gramos de grasa insaturada, y cubren el 18% de la dosis diaria recomendada de calcio y oligoelementos como zinc y cobre. Además, son ricas en antioxidantes, como los polifenoles, los cuales combaten los radicales libres que pueden dañar las células.
Es por esto que los nutricionistas consideran que su ingesta es clave para una buena alimentación, ya que más allá de sus beneficios nutricionales, adicionalmente disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos. Debido a su alto contenido de fibra tiene un impacto positivo en la resistencia a la insulina y los niveles de glucosa en la sangre. Este beneficio podría disminuir el riesgo de desarrollar síndrome metabólico y diabetes tipo 2, según demuestran varios estudios realizados.
Para su consumo se recomienda hidratarlas, ya que al tener una superficie muy fina se rompe fácilmente cuando se exponen a la humedad. De esta manera se pueden aprovechar todos sus nutrientes. Otra forma de consumo es mezclarlas con alimentos como batidos, yogur o leche. Si se prefiere consumirlas secas, deben estar molidas, ya que se ayuda a mejorar la absorción y a la salud intestinal.
Se recomienda comer semillas de chía que ya hayan sido remojadas o mezcladas con un alimento húmedo, como jugos o yogur. Comerlas solas y secas puede generar dificultad para tragar a las personas con disfagia.
Dentro de la amplia oferta existente, For Good, una marca dedicada a la comercialización de semillas desde hace más de 10 años y pionera en el mercado para el consumo hogareño, se destaca por contar con una amplia variedad de productos, entre los que se destaca la chía. En todos los casos se trata de productos que son aptos para celíacos y poseen un práctico empaque con cierre que asegura la conservación de las semillas en las mejores condiciones.