La gran extensión que tiene la provincia de Buenos Aires (307.571 km2) es un cofre de sorpresas, porque desde la pampa húmeda hasta las primeras elevaciones, se extienden una gran cantidad de antiguos pueblos ubicados muchos de ellos a menos de cien kilómetros de la Capital Federal.
Uribelarrea, Tomás Jofré, Carlos Keen, Mechita, Gouin y otros han pasado a formar parte del circuito conocido como “Pueblos Antiguos”. En ellos los paisanos van y vienen en sus cabalgaduras; los sulkies se mueven con familias enteras y el paisaje campestre reemplaza a los edificios por antiguas casas esquineras de ladrillo a la visita. Las visitas son numerosas y por lo tanto a veces hay que esperar turno en la vereda debajo de añosas arboledas, como es el caso del comedor “Don Silvano”, un clásico de Tomás Jofré -de mil quinientos habitantes-, que ya cuenta con quince locales entre restaurantes y parrillas. Por supuesto que no faltan las carnes de caza o el clásico asado hechos con fuego a leña.
A 13 kilómetros de Luján, a un poco más de 80 de la Capital Federal, se encuentra el que parece ser el pueblo más concurrido por los visitantes: Carlos Keen. Allí, en el restaurante “La Casona” se puede comer bajo una densa arboleda y palpar la historia de este edificio que fue una antigua casa de ramos generales construida nada menos que en 1884. Una curiosidad: Carlos Keen tiene casi más restaurantes que habitantes; hay diez comedores y unos cuatrocientos vecinos. ¿Pero cuál es el éxito de su cocina? La fama gastronómica se la dio el cordero a la parrilla y la buena calidad y variedad de sus pastas.
Como dice la canción, el sur también existe. El pasado de Uribelarrea, en la zona de Cañuelas, está fuertemente atado a la industria lechera, por la gran cantidad de tambos que llegó a tener en su momento. En él se filmó la película “Juan Moreira”y algunas secuencias de la “Evita” de Alan Parker. Pueblo orgulloso, también ganó fama por sus elegantes construcciones del mil novecientos. Sus mil habitantes, años atrás, ni soñaban que iban a ganar fama por sus restaurantes y comedores como “El Palenque”, la cervecería “La Uribeña”, la parrilla “Pueblo Escondido”, o los restaurantes “Macedonio” y “Leonardo”, cubriendo una oferta gastronómica para todos los gustos. No es todo, para los visitantes está el tambo “Valle de Goñi”, que ofrece visitas guiadas y venta de tortas, quesos, dulce de leche y licores.
Cerca de la ciudad se encuentra “La posta de Figueroa”, que resulta interesante de conocer, porque en ella habitaron Facundo Quiroga, Juan Manuel de Rosas y José María Paz. La localidad de Gouin tiene una originalidad. Se trata del restaurante que funciona en la propia estación ferroviaria, a cargo de la familia Manion y en el que se puede disfrutar de pasta y asados dentro de la sala ferroviaria o en el andén…solo en Gouin se consigue. El pueblo atrajo al turismo gracias a la “Fiesta del pastelito”, que se realiza la primera semana de diciembre. Además se puede aprovechar una visita al almacén de ramos generales, donde los hermanos Colera reciben a los paisanos que van a matear un rato y a jugar al truco. Otros eligen el bar “Don Tomás” famoso por las guitarreadas y payadas que se arman los fines de semana.
Un circuito histórico que vale la pena conocer.