Viajes y Gastronomía
La Antártida: El Continente Blanco
Por Emilio Villarino
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Se trata de la región más fría, seca, ventosa y desierta del planeta. Además de tener un halo de misterio. Hace más de 200 años fue avistada por primera vez por navegantes rusos. Hoy son varios los países que cuentan con bases permanentes, incluyendo a la Argentina.

La mayor reserva de agua dulce del planeta tuvo su primer descubrimiento hace más de 200 años. Una cifra insignificante teniendo en cuenta que el resto de los continentes han sido habitados, en su gran mayoría, hace unos 35.000 años o más.


Una de las teorías es que el primer avistaje de la Antártida, único e irrepetible, fue realizado por los expedicionarios soviéticos Faddéy Bellingshausen (Fabian Gottlieb, por su nombre de pila) y Mijaíl Lázarev durante la circunnavegación de los buques Vostok y Mirni entre 1819 y 1821. Por ello, Rusia organizó nuna expedición al continente -exactamente a la base Bellings-hausen- donde se conmemoró la trascendencia del descubrimiento de un enorme continente de agua dulce, destacando que si se derritiese, el nivel del mar en el mundo se elevaría unos 60 metros, por lo que desaparecerían numerosas tierras que forman parte de los otros continentes.

Como suele ocurrir con los avistajes de nuevas tierras, existe una controversia respecto de si realmente fueron los rusos quienes llegaron por primera vez al continente antártico. Ocurre, por ejemplo, con el descubrimiento de América: si realmente fue Cristóbal Colón el primero en llegar, o si antes fueron los vikingos. Otra de las teorías se basa en que el expedicionario español Gabriel de Castilla avistó la Antártida en 1603, luego de zarpar de Valparaíso, con el propósito de rechazar las incursiones de corsarios a pedido del virrey del Perú. Por ello, la base antártica

de España fundada en 1989 en la isla Decepción lleva el nombre de dicho navegante.

La disputa entre quién o quiénes descubrieron este nuevo continente alrededor de 1820 continúa. Según opiniones de diferentes estudiosos se pudo haber tratado de un mercader británico, de un explorador y científico ruso, o de un cazador de focas norteamericano llamado Nathaniel Palmer, quien en 1821 lo avistó a lo lejos.

La aviación llegó al Continente Antártico durante la década de 1920. Fueron el australiano Hubert Wilkins y el norteamericano C. Eielson los primeros en utilizar aviones entre 1928 y1929 para explorar la costa este de la Tierra de Graham.

Por su parte, el estadounidense Richard E. Byrd estableció en la Bahía de las Ballenas, cerca de la antigua estación de invernada de Amundsen un gran campamento, que denominó Little America, en la barrera de hielo de Ross. La pendiente de la barrera permitió el desembarco de 650 toneladas de materiales, necesarios para erigir la base antártica. Esa y expediciones posteriores incluyeron personal de investigación científica, dejando banderas y documentos que debían servir para el reclamo territorial de los Estados Unidos. Otros países, como Noruega, Gran Bretaña y Alemania también exploraron el continente blanco a fin de establecer bases y sostener la presencia permanente.

La presencia argentina

Hace 116 años, nuestro país instaló una primera base (Orcadas, 1904) cumpliendo con una presencia soberana y científica en la Antártida, respetando el denominado Tratado Antártico firmado el 1 de diciembre de 1959 y que entró en vigencia el 23 de junio de 1961. Entre otras medidas, este tratado limita la actividad militar en la Antártida al apoyo de la actividad científica. Hoy la Argentina tiene seis bases con actividad permanente. La historia nos cuenta que en 1815, Guillermo Brown, Comodoro de Marina al servicio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, inició una campaña con los navíos Hércules y Trinidad, con el propósito de hostigar a la flota española en el Océano Pacífico.


Cuando llegó al Cabo de Hornos los intensos vientos lo llevaron hasta el paralelo 65o S. Algunos estudiosos mencionan que Brown habría avistado tierras antárticas en esa expedición, afirmando que es la razón por la cual en la cartografía argentina suele llamarse Tierra de la Trinidad (por el bergantín Trinidad) a la parte más septentrional de la península Antártica. Pero Brown tampoco hizo mención alguna de ese supuesto avistaje en sus memorias, escritas cuando ya se conocía la existencia de la Antártida, en las que se refiere al hecho de la siguiente manera: “Después de dar vuelta al cabo de Hornos, soportando los acostumbrados temporales de viento de esos mares, el bergantín Trinidad, al mando de D. Miguel Brown, mi hermano, perdió el tajamar (al cual están asegurados los barbiquejos de la roda), exponiendo a peligro inminente al bauprés...”

Sector antártico argentino o antártida argentina

Son éstas denominaciones que se aplican al sector de la Antártida comprendido entre los meridianos 74°O y 25°O, el paralelo 60°S y el polo sur. Esta zona se encuentra dentro del cuadrante americano y es reivindicada por nuestro país, que la considera como una de sus regiones geográficas y como parte integral de su territorio.

La Antártida Argentina se encuentra superpuesta parcialmente, entre el polo sur y la península antártica (Tierra de San Martín en la cartografía oficial argentina), con el área oriental del sector reclamado por Chile (Territorio Chileno Antártico) y totalmente con el sector reclamado por Reino Unido (Territorio Antártico Británico).

Para la Argentina el área forma parte de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, integrando el departamento Antártida Argentina de dicha provincia. Desde el 27 de octubre de 2017 las islas Orcadas del Sur integran el departamento, siendo antes parte del departamento Islas del Atlántico Sur. Los reclamos antárticos por parte de nuestro país se basan en consideraciones históricas, geológicas, de presencia humana continuada desde 1904, y de proximidad a la Argentina continental americana. El ejercicio de la soberanía nacional sobre la Antártida Argentina se efectiviza en todos los aspectos que no se encuentran limitados por la firma del Tratado Antártico en 1959.


Dicho tratado congeló los litigios territoriales impidiendo la realización de nuevos reclamos o la ampliación de los existentes mientras dure su vigencia. Debemos aclarar que la Secretaría del Tratado Antártico tiene su sede en Buenos Aires.

La superficie estimada de la Antártida Argentina es de 1.461.597 km2, de la cuales 965. 314 km2 corresponden a tierra firme. La capa de hielo en la calota glaciar tiene un espesor de 2 km en promedio. Las temperaturas oscilan entre 0oC en verano y -60°C en invierno, aunque en ciertos puntos puede descender a aproximadamente los -82°C.


En la actualidad, nuestro país administra trece bases en la Antártida, de las cuales seis son permanentes (operativas todo el año) y el resto, temporarias (operativas sólo en verano). De ellas, dos son administradas directamente por la Cancillería: Carlini (permanente, ex base Jubany) y Brown (temporaria). Las demás bases son administradas por el Comando Conjunto Antártico dependiente del Ministerio de Defensa: Base Orcadas, Base Marambio, Base Esperanza, Base San Martín y Base Belgrano II (permanentes); y las bases temporarias Melchior, Decepción,
Cámara, Primavera, Petrel y Matienzo.

Desde el año 1904, la Argentina realiza ininterrumpidamente campañas antárticas cada año, durante las cuales se releva al personal que invernó, se provee de abastecimientos a las bases y se realizan tareas de investigación y observación. El 18 de septiembre de 1964, se inauguró el Servicio de Transporte Aéreo Militar con el Douglas C-47, matrícula TA-05. Por otra parte, en julio de 2003 Chile y la Argentina comenzaron a reabrir un refugio argentino llamado Refugio Abrazo de Maipú, a medio camino entre las bases O’Higgins, de Chile y Esperanza, de la Argentina para utilizarlo entre los dos países, reanudando así oficialmente la cooperación de ambos estados en el sector antártico.

Años después, exactamente en noviembre de 2007, ante las intenciones del Reino Unido de extender su control económico militar y político directo, particularmente sobre las áreas litorales hasta 350 millas náuticas desde la línea de bajamar en estos territorios, Chile y la Argentina volvieron a cooperar para evitarlo.
Publicado 13/04/2023
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