1884. Una formación de marinos alineados da paso al coronel Don Augusto Lasserre para inaugurar el faro “San Juan de Salvamento” en la Isla de los Estados, dado a conocer popularmente por Julio Verne como “El Faro del Fin del Mundo”. Y así comienza la historia de los faros patagónicos, aún cuando el navegador Armando de Magallanes, bautizara a toda la zona en 1520 como Tierra del Fuego.
La historia de los faros reúne, como vigías de la costa, historias milenarias dignas de ser conocidas. Es que desde el descubrimiento de América y hasta fines del siglo XIX, momento en que empezaron a construírse faros y balizas, el intento de los marinos por llegar a las costas terminó en varias tragedias y hundimientos.
Muchos presentan distintos grados de deterioro, ya que son golpeados sistemáticamente por un clima muy hostil. Y el viento, siempre el viento. Pero pesar del avance de la tecnología en la navegación, según el Servicio de Hidrografía Naval se trabaja en la modernización de sus sistemas lumínicos, al igual que en la restauración de las construcciones.
Cómo visitarlos
Si bien la ubicación de muchos de los faros hace difícil acceder a los mismos, es posible visitarlos tanto con embarcaciones dedicadas al turismo náutico como desembarcando en caminos secundarios, siempre y cuando la costa lo permita. Es bueno tener presente que antes de que se construyeran los primeros faros hubo alrededor de dos mil naufragios en la zona de la Península de Valdés, Chubut y de allí hacia el sur, incluyendo a la Isla de los Estados y las Islas Malvinas. Un testigo de los desastres marítimos es el barco Desdémona, encallado en la zona fueguina del Cabo San Pablo. Todas estas naves llegan a conformar para la Argentina lo que se conoce como “patrimonio cultural subacuático”. Este conjunto, es considerado un verdadero tesoro al que hay que cuidar sin reflotarlos para una mejor preservación.
Uno de los faros más antiguos de la costa de Río Negro es el llamado “Guardian del Cóndor”, con su luz aún encendida desde 1887, emplazado en la desembocadura del río. Su construcción de forma cilíndrica está pintada de blanco y se encuentra funcionando para el turismo; y a pesar de que en parte está deteriorado, poco a poco se va recuperando. Yendo hacia el sur aparece en la provincia de Chubut el faro Punta Delgada. El mismo está emplazado en uno de los paisajes más visitados de la Península de Valdés, que fuera inaugurado en el año 1905. La zona cuenta con servicios de hotelería y excursiones para conocer la fauna del lugar, compuesta por zorros, maras, cholques y una de las colonias de elefantes marinos más importante del país.
Otras farolas chubutenses son el Almirante Brown en el Golfo de San Matías, el Punta Tehuelche en el golfo San José, el Punta Ninfas en el extremo sur del golfo Nuevo, el San Jorge y el San Gregorio en Comodoro Rivadavia. En esta provincia también tenemos el Faro Leones, en el archipiélago del Golfo San Jorge, que integra el sistema general de faros y balizas costeras con excursiones que parten del municipio de Camarones. Estas visitas náuticas no solo incluyen éstos íconos de principios del siglo XX, sino que además, permiten el avistaje de mamíferos marinos, pingüinos y cormoranes, entre otras especies.
Franjas y colores
Hermosos los faros y paisajes.