Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), el consumo interno y las exportaciones continúan creciendo: durante enero, el volumen con destino al mercado nacional fue de 21.532.117 kilos mientras que las exportaciones sumaron 3.953.626 kilos. De esta manera, las estadísticas se traducen en un incremento del 6,75% en las ventas internas y un 43,14% en el marco internacional, respecto al mismo mes de 2023.
“Pone de manifiesto la relevancia de las tareas de promoción del consumo que llevan adelante en forma conjunta el INYM, las cooperativas y las empresas yerbateras, tanto en el ámbito nacional como en ferias internacionales”, indican desde la entidad, sobre una industria cuyo cultivo en la Argentina lleva más de 100 años de actividad sostenida, primordialmente en las provincias de Misiones y Corrientes.
Los números -15 mil tareferos, 12.500 productores, casi 50 cooperativas, 200 secaderos, 100 industrias y más de 200 etiquetas- sustentan la demanda y la expansión de un sector que busca traspasar los límites del mate y la bombilla.
La yerba mate y los nuevos negocios
Más allá del consumo hogareño -con el argentino promedio consumiendo entre 6 y 7 kilos de yerba por año-, hay bares temáticos que ofrecen servicio de mate a la mesa con una gran variedad de etiquetas e incluso propuestas gastronómicas para combinarse. Y allí la cuestión no solo pasa por el consumo sino por compartir información: cuál es la temperatura ideal del agua, las recomendaciones para el cebado, el rendimiento o la duración de la yerba, y hasta cómo verificar el maridaje en boca.
Por poner un caso, Yerba Mate Club comenzó en 2021 en Puerto Iguazú y a principios de 2023 puso segunda en Rosario, con el propósito de no sólo ofrecer el mate como infusión sino compartir una amplia selección de yerbas de pequeños y medianos productores de Misiones. Allí, debido a la gran afluencia de turistas, el local es muy visitado por extranjeros mientras que en la ciudad santafesina buscan captar un público más amplio.
Con el concepto de los mate shops ya súper instalado, una opción que apareció como novedad es la posibilidad de invertir en una franquicia especializada en yerba mate. Araí es un negocio santafesino especializado en la elaboración y comercialización de blends de yerba mate: nació en 2017, actualmente cuenta con cuatro locales exclusivos franquiciados -dos en Santa Fe, uno en Santo Tomé y otro en Paraná-, y buscará abrir cinco más en zonas turísticas como la Ciudad de Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Bahía Blanca y Mar del Plata. "Siempre y cuando no se ponga en juego la calidad del producto y pueda brindarse el soporte que cada local necesita en los inicios", remarca su fundadora, la misionera Yesica Spaciuk. ¿Cuánto se necesita de inversión? Desde 19 mil dólares.
¿Catas guiadas? Claro. Una experiencia sensorial, olfativa y gustativa para valorar el mundo de esta infusión. “Mi motor es brindar mi conocimiento como especialista, transmitir las virtudes y secretos para que el consumidor descubra el espíritu de la yerba mate y mejore su experiencia de consumo. Mi aporte y acompañamiento es a través del análisis sensorial, que antes no existía en esta industria”, asegura Valeria Trápaga, la primera sommelier del país especialista en la materia.
Además de contar con un libro -"El Mate en cuerpo y alma"-, que se adentra en todas las facetas del mate -desde sus orígenes, historia, la planta y su elaboración, hasta los pasos para su análisis sensorial, el arte de curar y cebar, además de originales recetas para maridar con la infusión-, creó la cátedra “Encuentro con el mundo de la yerba mate”, con la intención de abrir un camino para los futuros sommelier.
En esta línea, en 2022, la Escuela Argentina de Té y la Universidad Abierta Interamericana lanzaron la Diplomatura Universitaria Sommelier de Yerba Mate, un hito en la educación de esta bebida: fue declarada de interés provincial por la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Misiones.
De Argentina a Estados Unidos
Alex Pryor es argentino, cuya pasión por el mate lo llevó a fundar -en 1996- Guayaki, un negocio con presencia en el Super Bowl y que el año pasado llegó a facturar más de 100 millones de dólares en los Estados Unidos. ¿La clave? Ir más allá de la venta del paquete de yerba tradicional para enfocarse en las bebidas a base de esta infusión.
Él había viajado para estudiar ingeniería en alimentos en la Universidad Politécnica de California, en donde contagió su pasión y entusiasmó a varios de sus compañeros: juntos identificaron que los consumidores estadounidenses buscaban una fuente de energía más nutritiva que el café.
Así se creó la empresa que además tenía un propósito sustentable, el de asociarse con productores de Argentina, Brasil y Paraguay para ofrecerles una prima a cambio de que les proveyeran producción orgánica certificada.
Desde su surgimiento, colaboraron con la regeneración de unas 140.000 hectáreas de monte nativo con producción orgánica certificada bajo cubierta, es decir, plantaciones realizadas bajo la sombra de los árboles. Si bien sus principales proveedores son de Brasil y Paraguay, a fines de 2023 algunos productores de Misiones alcanzaron la certificación necesaria para exportar a EE.UU.
Un salto envasado
En 2005, la aparición de las primeras botellas de tereré con hierbas nutricionales y jugo orgánico -raspberry, mint, passion- impactaron en el crecimiento de Guayaki generando la mitad de sus ingresos, mientras que en 2009 presentaron las latas con bebida de yerba mate: en un año ya representaba más de un 10% de la facturación. Hoy la compañía vende sus productos online como así también en reconocidas tiendas como Whole Foods y Target.
¿Próximo objetivo? Alcanzar las 800.000 hectáreas regeneradas para 2030.