En la zona de bosques del barrio porteño de Palermo existen monumentos y esculturas que muchas veces pasan desapercibidos para quienes transitan por el lugar. Algunos de ellos son El Arco de Tito, que permite acceder al Ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires; la Fuente de Neptuno, El Beso y Caperucita Roja.
Por el denominado Arco de Tito se ingresa al Ecoparque de la ciudad (ex- Jardín Zoológico), frente a la Plaza Italia.
Fue inaugurado en 1902 y está inspirado en los arcos de triunfo conmemorativos de la antigua Roma. Diseñado por el arquitecto Jules Dormal, en el arco, sobre la cara interna, hay un bajorrelieve de un domador de caballos, obra que se le atribuye al escultor Lucio Correa Morales. Como remate del conjunto exhibe una herrería superior con el escudo de la Ciudad de Buenos Aires.
El original Arco de Tito (en italiano Arco di Tito; en latín, Arcus Titi) es un arco honorífico, situado en la Vía Sacra, en Roma. Fue construido hacia el año 80 d. C. por el emperador romano Domiciano poco después de la muerte de Tito, su hermano mayor, para conmemorar las victorias de éste, incluido el Sitio de Jerusalén del 70 d. C. El arco ha proporcionado el modelo general para muchos arcos triunfales erigidos desde el siglo XVI, y es lo que inspiró, por ejemplo, el Arco de Triunfo en París, Francia (1806).
El arco se erigió poco después de la muerte de Tito en septiembre del año 81 para conmemorar la toma de Jerusalén y la destrucción del segundo templo de Jerusalén.
La historia cuenta que el arquitecto favorito de Domiciano, Rabirio, a quien a veces se le atribuye el Coliseo, puede haber ejecutado el arco, que está recubierto por mármol de Pentélico. Las medidas del Arco de Tito original son: 15,4 m de alto, 13,5 m de ancho y 4,75 m de profundidad. El arco interior tiene 8,3 metros de altura, y 5,36 de ancho.
El Arco de Tito ha sido modelo o inspiración para muchos otros arcos erigidos desde el siglo XV, como el Arco Memorial Nacional, en el Parque Nacional Histórico de Valley Forge, Pensilvania (1910); el Arco de los Soldados y Marineros, Brooklyn (1892); el Arco de la Plaza Washington, Manhattan (1892) y la Puerta de la India, Nueva Deli, (1931).
El Beso
En los bosques de Palermo hay un monumento que representa a dos mujeres sentadas sobre un globo terráqueo y unidas por un beso. La obra se titula “Suiza y la Argentina unidas sobre el mundo” y es un homenaje de la comunidad suiza a su país de acogida.
Se trata de un conjunto de esculturas que representan la hermandad de Suiza y Argentina y que fue ofrendado por la nación helvética por el centenario de la Independencia Argentina. Inaugurado el 7 de junio de 1914 está ubicado en la Avda. Dorrego entre Leopoldo Lugones y Figueroa Alcorta. La obra fue realizada por el artista francés Franz Sales Amlehn.
Sin lugar a dudas, los vínculos entre la Argentina y la Confederación Suiza son tan variados como sólidos, ya que parten de lo humano, con los miles de inmigrantes que encontraron en estas tierras una segunda patria. Es importante destacar que aún hoy reside en nuestro país la mayor comunidad de suizos de toda América Latina. Y no sólo eso: también fueron muchos los artistas que nutrieron esta peculiar relación.
Basta con mencionar a la recordada poetisa Alfonsina Storni, nacida en tierras ticineses, o al maestro Jorge Luis Borges, quien eligió a su amada Ginebra como lugar de su último descanso. Menos sabido es el hecho de que, con sus más de 80 empresas presentes en el país, Suiza figura entre los 10 mayores inversores directos en la Argentina, vínculos que se tuvieron en cuenta cuando el gobierno suizo decidió, en 1891, abrir su embajada en Buenos Aires, la primera en América Latina y la séptima en el mundo.
La fuente de Neptuno
La Fuente de Neptuno -según la mitología romana es el dios que gobierna las aguas y los mares- es un hermoso monumento neoclásico esculpido en mármol blanco ubicado en la Plaza de Cánovas del Castillo, en Madrid, llamada coloquialmente Plaza de Neptuno. Constituye todo un símbolo del centro de la capital y llama la atención por tratarse de una fuente de grandes dimensiones inspirada en la mitología grecorromana con una enorme escultura de Neptuno, que empuña un tridente mientras cabalga sobre un carro tirado por dos caballos con cola de pez.
La ciudad de Buenos Aires cuenta también con una Fuente de Neptuno, algo desconocido por la mayoría de los propios porteños. Está ubicada en la Plaza República de Serbia, en Avda. Figueroa Alcorta y Avda. Dorrego. En esa obra, parte de un conjunto escultórico encargado en 1870 a los talleres franceses de fundición de hierro orientada a la producción de piezas artísticas y decorativas, conocidos como Fonderiers D´Art du Val d´Osne, el dios Neptuno se encuentra dentro de una valva marina. Dios de la mitología grecorromana, es el hijo de los dioses Saturno y Ops, y hermano de Júpiter y Plutón, aunque en la mitología griega es conocido como Poseidón.
Otras esculturas y monumentos
La zona de los bosques de Palermo y sus adyacencias cuentan con un número importante de monumentos y esculturas que se suman a las ya enunciadas. A continuación algunos ejemplos. Omitimos por ser ampliamente conocido el Monumento de los Españoles, donado por dicha colectividad. Sin embargo, su nombre oficial, por sus alegorías, es La Carta Magna y las 4 Regiones Argentinas.
Caperucita Roja
En un sector de la Plaza Sicilia (Avda. Sarmiento, casi Avda. del Libertador) está la escultura de esta famosa niña de cuentos. Fue realizada por el escultor francés Jean Carlus y comprada por la Municipalidad de Buenos Aires en 1937. Originalmente se instaló en la Plaza Lavalle en 1937 hasta 1972, cuando se la trasladó a su ubicación actual, nada menos que un bosque, como aquel de fantasía de donde surgía el temerario lobo. Se trata de un grupo de mármol que representa el famoso cuento homónimo.
Animales Salvajes
En la Avda. del Libertador y la calle Godoy Cruz se encuentra la Plaza Holanda, en la que hay dos bellas esculturas de dos leones custodiando el lugar. Estas fueron instaladas unos años antes del Centenario de la Revolución de Mayo, imitando unas del Jardín des Tuileries, en París. El león de Nubia muestra orgulloso su presa, sostenida debajo de su pata, mientras que una tigresa lleva en su boca la presa que dará a sus cachorros de alimento.